Las personas que ahorran pueden guardar su dinero en la casa -“debajo del colchón” según lo menciona el dicho popular- o también pueden comprar instrumentos de ahorro en bancos y casas de bolsa; estas instituciones ofrecen diversas alternativas como por ejemplo participaciones en fondos de inversión, algunos de renta fija, otros de renta variable, así como también venden bonos o deuda de empresas y gobierno.
El gobierno de México ofrece instrumentos de ahorro y el más conocido, comprado y vendido, es el “Cete” o Certificado de la Tesorería. Estos son documentos que corroboran una deuda del Gobierno Federal y que a la fecha del vencimiento habrá un pago superior al del monto invertido.
Es de comentarse que actualmente los Cetes se manejan electrónicamente por casas de bolsa y bancos, y el interesado usaría los servicios de estas instituciones para comprar, vender o tenerlos en su portafolio.
También es de hacerse notar que los rendimientos de los Cetes, casi a cualquier número de días, varían diariamente por lo que el inversionista interesado no recibirá una cotización precisa hasta que él “cierre la compra” en su banco o casa de bolsa.
Los Cetes son instrumentos de inversión altamente líquidos por lo que se pueden comprar o vender en cualquier momento.
Para visualizar este tema en un panorama más amplio podemos mencionar que los gobiernos en todo el mundo realizan emisiones de deuda -como por ejemplo los Cetes o usan instrumentos financieros muy similares- en función de que sus ingresos y gastos no necesariamente coinciden a lo largo del año.
Podemos imaginar primeramente que un gobierno recibe “mucho” dinero -por ejemplo los impuestos- a finales de cada año y; segundo, que sólo entonces paga todos sus pendientes pero “mientras tanto” necesita dinero para pagar -entre otros- gastos de salud, educación, administración, etc., y para conseguirlo “realiza” emisiones de deuda como los mencionados Certificados de la Tesorería o Cetes.
Con esta hipótesis, y como ejemplo, en enero emitiría instrumentos de deuda o certificados a doce meses, en febrero a once,… en noviembre a un mes y en diciembre cobra impuestos y pagaría “todo”; este sería un ejemplo muy simplificado de la dinámica que se presenta.
Por último es de mencionarse que los compradores de Cetes usualmente son personas físicas y morales que por una u otra razón no requieren del dinero en su tesorería por algunos días o semanas, y tiene una ventaja importante, se le considera vehículo de inversión muy seguro.
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